Descripción de la Ruta:
Visitaremos
el territorio en el cual floreció la cultura ibérica (600 a.C.- 200 d.C.). Sin
embargo es importante conocer sus antecedentes en la época del Neolítico
ibérico (6000-3250 a.C.) y de la era del Bronce (1500-700 a.C.). También
pasaremos por las culturas costeras de los Tartesios (800-540 a.C.).
El
territorio corresponde a lo que hoy es España, desde la ciudad de Almonte hasta
el Golfo de León.
Iniciaremos
el recorrido en el Golfo de León de donde entraron los Tartianos y Fenicios a
la península. Visitaremos posteriormente Valencia y Guadalquivir. Nos iremos al
sur a la ciudad de Alicante y posteriormente a Elche. Allí tomaremos una
embarcación que nos llevará por la costa española y por el mar Alborán.
Pararemos en la ciudad de Almería. Allí remontaremos la costa española hasta el
sur occidente parando en la ciudad de Málaga. Tomaremos el norte a Sevilla y
terminaremos nuestro recorrido en Almonte.
Mapa de la Ruta:
Imágenes:
Cultura Tartessos
Vasija Campaniforme (2200 a.C.)
Primeras culturas peninsulares.
La Dama de Elche (450 a.C.)
Escultura de la cultura ibérica.
Historia:
Una
de las regiones del mundo antiguo que más se pueden estudiar por sus
innumerables vestigios ornamentales, así como escultóricos, ha sido la cultura
ibérica. Los importantes hallazgos arqueológicos, así como las fuentes
numismáticas (monedas de la cultura Tartesso) e importantes vasijas
ornamentadas y talladas por los peninsulares utilizando las importantes
técnicas neolíticas, nos permiten dar cuenta de una cultura que dominaba los
terriorios ibéricos hasta el advenimiento de la época romana.
A
mediados del tercer milenio antes de cristo se dice que florecieron las
culturas de la península ibérica. Su expansión se debe, en primera medida, a
los Fenicios que venían desde los Balcanes y se extendieron hacia el Occidente
Europeo. La otra expansión que hizo consolidar una cultura ibérica en la región
fue la de los Tartessos. Se dice que este fue un Estado sumamente organizado y
poderoso, que, junto con los Fenicios, dieron a la península los conocimientos
metalúrgicos del cobre y el bronce y la creencia en la religión megalítica.
Ya
desde el año 1700 a.C. se atisbaban importantes crecimientos culturales en el
territorio Ibérico. El periodo neolítico dejó una indeleble marca en la
península, que a la postre, marcaría la consolidación de la cultura de los
Tartessos (800-540 a.C.) con sus importantes formas de gobierno y su avanzada
ornamentación.
La
primera cultura que llega al territorio ibérico son los Celtas (1500-700 a.C.)
que organizan los “cums” o clanes que
estaban dirigidos por un líder y se organizaban en aldeas con una agricultura
organizada. En este periodo empiezan a crearse vasijas de barro negro con
ciertos adornos tallados con conchas. Los hallazgos arqueológicos en la cueva
de Murciélagos de Albuñol dan cuenta de esa importante cultura de Almería. En
esta cueva, aparte de encontrar sandalias que utilizaban los habitantes
ibéricos e importantes vasijas ornamentadas, se encontraron vestigios de lo que
probablemente era un basurero aldeano: “Entre los residuos de moluscos, patelos
y litorinas, se hallan asimismo cantos rodados de cuarcita en los que se ha
tallado una punta: el pico asturiense” (Llopis, 1967, pág. 74) . Asimismo, el vaso
campaniforme personifica la avanzada ibérica en la cerámica, que a la
posteridad, serán imitadas por otras culturas centroeuropeas.
El
periodo correspondiente a las culturas de los Tartessos y los Fenicios recrean
un estado embrionario de la que posteriormente se convertiría en la cultura
ibérica. Los Tartesios eran un estado organizado proveniente del oriente,
probablemente de la cultura etrusca itálica. Venían del bajo valle del
Guadalquivir y se extendieron por toda Andalucía. Sus importantes avances en el
alfabeto y su avanzada acuñación de monedas los convirtieron en uno de los
estado con más poderío en el Occidente en la edad de hierro. Su grandeza fue
tal que el arqueólogo Adolf Shulten se preguntaba si era el país de los
Tartesios la legendaria Atlántida descrita por Platón.
La
cultura ibérica se forma aproximadamente en el 600 a.C. Sus importantes
herencias de las susodichas culturas logran consolidar una importante
civilización peninsular. Es en esta época donde la alfarería y la ornamentación
alcanzaron su máximo esplendor. Un ejemplo de esto es la majestuosa Dama de
Elche encontrada en Alicante en 1897. El busto de esta dama se dice que se creó
en el 450 a.C. Es la figura de una mujer representando la diosa de la
fertilidad y la muerte. Junto con esta dama, la Dama de Baza e importantes
hachas de piedra y herramientas de bronce son consideradas las obras capitales
del arte escultórico ibérico. Sin duda alguna, la cultura ibérica es una
muestra fidedigna de la expansión neolítica europea hacia Occidente,
representada en las técnicas de alfarería y ornamentación.
Bibliografía
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2000). Heilbrunn Timeline. Recuperado el 4 de Agosto de 2014, de Art
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Llopis, J.
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Ediciones Daimon.
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