lunes, 25 de agosto de 2014

Egipto: Un regalo del Nilo


Descripción de la Ruta:

Esta vez nuestro viaje se enfocará en la ruta que marca el Rio Nilo en los actuales territorios de Sudán
y de Egipto. Sin embargo la travesía no abracará los 6.695 km que tiene el rio. Si bien el Nilo nace desde el Lago Alberto y el Lago Victoria, actualmente Uganda, nos concentraremos en los territorios que constituyeron la antigua civilización egipcia.

Nuestro viaje arrancará en Khartoum y posteriormente iremos hacia Kulubnarti, actual Sudán. De ahí iremos río abajo hacia el territorio de Elefantina en Egipto.

Posteriormente iremos a uno de los centros administrativos más importantes de la antigua cultura egipcia: Tebas. Aquí apreciaremos el templo de Luxor y su majestuosa construcción. Iremos después por el rio a la antigua ciudad de Tinis, para dirigirnos posteriormente al lago Fayum, fundamental en la construcción de la cultura egipcia.

Aquí llegaremos a la etapa final de nuestro recorrido. Iremos finalmente por el territorio de la ciudad antigua de Menfis y dirigirnos finalmente a Guiza, donde se encuentran las tres pirámides más famosas de la antigua civilización egipcia.


Mapa de la Ruta:





















Imágenes: 

     Sistema Shaduf (Época pre dinástica)



   Inundación anual del río Nilo



    Nilómetro (época dinástica)




Video sobre el Nilómetro


Historia:

La cultura egipcia, bien conocida por sus pirámides y por sus avances en anatomía -reflejada en los procesos de momificación-, es indudablemente un símbolo de la historia del mundo antiguo. Los escritos del historiador griego Heródoto, que datan de 1400 a.C., dan cuenta de los inmensos avances tecnológicos egipcios en relación con el el símbolo esencial de la civilización egipcia: El Nilo. De ahí, que todos los arqueólogos e historiadores nos referimos hacia esta cultura como un regalo del Nilo. Este río es el encargado de darle el denominativo de "sociedad hidráulica" a los egipcios.

No obstante, no podemos entender esta sociedad en el sentido estricto de un "regalo" del Nilo. Esto significaría que el río dio las pautas para la configuración de una cultura que tuvo inmensos avances científicos en astronomía, anatomía, arquitectura, etc. En todo caso, sería un poco ingenuo pensar que esto efectivamente pasó. Si bien el Nilo es un símbolo indiscutible de la cultura egipcia, fueron los egipcios los que, mediante el control de dicho río lograron controlarlo, y posteriormente surgir como uno de los imperios más fuertes del mundo antiguo. Por lo tanto, el denominativo de sociedad hidráulica debe hacer referencia a los inmensos esfuerzos que tuvo que hacer dicha sociedad, para lograr controlar el río, y posteriormente erigirse como un imperio. 

Si bien el Nilo no es un río con caudales tan fuertes, ni inundaciones tan fuertes como la que aprendieron a controlarla la cultura de Mesopotamia, los egipcios tuvieron que emplear tiempo, esfuerzo y vidas humanas para aprender a controlar las inundaciones anuales del río. Como lo señala John Wilson en su libro La cultura egipcia "la irrigación en gran escala exige un esfuerzo común, que une entre sí a diferentes comunidades y es un factor que impulsa el crecimiento del Estado" (Wilson, 1951). Fue el esfuerzo de los hombres que habitaban las orillas del Nilo, por medio de la construcción de diques y sistemas de riego, el que forjó la construcción de una identidad y de un imperio egipcio. Hablamos, por lo tanto, de que el control del río tuvo una trascendencia religiosa, social y política en la formación de la cultura egipcia. 

La construcción de sistemas de riego, sin embargo, debe entenderse en un plano más allá de lo social. La religión también juega un factor fundamental en el deseo egipcio de controlar el Nilo. La religión y las creencias egipcias creen naturalmente en el Ra y las fuerzas naturales sagradas. Asimismo, la creencia en el dios Osiris, relacionado con la idea de renovación, tiene una importante repercusión en la importancia que adquirió el Nilo. La inundación anual del río se veía como la repetición de un evento de la vida de Osiris, y hacía total apología a este. Es por esto que la agricultura, el sistema de riego y en general la armonización con la naturaleza tiene que ver  íntimamente con la vida sagrada para el campesino del Egipto antiguo.

Posteriormente, con la mejora de dichos sistemas que tenían como objetivo controlar el agua, el río Nilo empieza a tener una importancia política. En la época dinástica, y sobretodo en la Dinastía XII (1991-186 a.C.) los egipcios comienzas a organizarse en nomos. Estos eran unidades administrativas que tenían como tarea implantar sistemas de riego locales. Estos nomos debían incrementar la tierra de cultivo, para que así las personas y campesinos pudieran hacer uso provechoso de la tierra. La forma de cumplir con dicha tarea fue hacer zanjas cavadas para implementar un sistema de dragado. Estas zanjas debían retener el agua y subir los niveles de esta para fertilizar mayor cantidad de tierra con fósforo y otros minerales que traía el río. 

Este proyecto de los nomos estuvo absolutamente respaldada por el faraón. De hecho, la profesión del agrimensor estaba confiscada a gente cercana al faraón y era de un altísimo prestigio entre la población egipcia. Heródoto los describe como unos técnicos del río que eran comunmente denominados "estiradores de cuerdas". Con el uso de estas cuerdas, los agrimensores se encargaban de realizar los replanteos posteriores a las crecidas del río, con el objetivo de asignar a cada agricultor los límites del predio que le correspondía para cultivar. Asimismo, los agrimensores inventaron sistemas, en ciertos templos, que pretendían cobrar impuestos por el uso de la tierra anteriormente inundada por el Nilo. Este sistema se llamó el sistema de nilómetros, los cuales tenían como objetivo medir la altura del río, predecir cual iba a ser la inundación, y posterior a esta, determinar cual era el tipo de impuesto que los habitantes debían pagar al faraón. 

Con estos importantes avances en el sistema de riego egipcio, la población tuvo la oportunidad de cultivar terrenos más extensos, abastecerse mejor de comida y posteriormente, tener un importante crecimiento demográfico. El aumento de la población produjo cambios políticos, económicos y sociales de gran envergadura, lo cual permitió un avance significativo en la cultura egipcia, y a la postre lograr consolidar un enorme imperio egipcio. El control sobre el Nilo por tanto, dio la pauta para que esta civilización se constituyera como un importante símbolo del mundo antiguo. 

Bibliografía:  
  • Llopis, J. (1967). Världhistoria, folkens liv och kultur (Vol. 1). (T. Riaño, Trad.) Ediciones Daimon.
  • Vidal-Naquet, P. (1988). Le grand livre de l´histoire du monde. Córcega: Editorial Planeta.
  • Wilson, J. (1951). La cultura egipcia. Ciudad de méxico. Fondo de cultura económica. 
  • Gómez, V. (1995). Historia Universal Larousse (Vol. 1). Ediciones Larousse Argentina. 
  • J. Donald Hughes. Agricultural History, Vol. 66, No. 2, History of Agriculture and the Environment (Spring, 1992), pp. 12-22: http://www.jstor.org.ezproxy.uniandes.edu.co:8080/stable/3743841.
  • Alcázar, M. (2000). El catastro y su evolución hasta el siglo XVI. Recuperado el 24 de Agosto de 2014, Escuela politécnica superior de Jaén: http://www.catastro.meh.es/documentos/publicaciones/ct/ct39/ct39_3.pdf



sábado, 16 de agosto de 2014

La primera escena humana


Descripción de la ruta:

El viaje a realizar tiene como objetivo principal conocer los primeros vestigios de la  “escena humana”. Se cree que los primeros seres humanos en formar parte integral del planeta tierra se originaron en el sureste de África. Por lo tanto, nuestro viaje abarcará los territorios actuales de Tanzania, Kenia, Etiopía y Sudáfrica.

 Iniciaremos el recorrido en las ciudades del sureste de África de Taung y Sterkfontein actual Sudáfrica. Subiremos, posteriormente, hasta el rio Limpopo y tomaremos la costa este del continente hasta el océano Índico. Tomaremos el canal de Mozambique dirigiéndonos hacia el norte hasta la ciudad de Olduvai. Subiremos hasta el Valle del Omo y hasta los territorios de Melka Kunturé y Hadar.


Allí veremos la expansión del Homo Erectus hacia el oeste en Tenerife, hacia el norte en Azish y hacia el este en Lantian y Zhoukoudian, actual China. Estas rutas de expansión podrán constituir futuros rutas para conocer más detalladamente la expansión humana. 

Mapa de la ruta:


Imágenes:










Cráneo de niño de Taung (tres millones de años)
Australopithecus Africanus









Herramientas de Homo habilis (2.5 millones de años)
Homo Habilis















Homo Erectus (1.8 millones de años)





Expansión del Homo Erectus (200.000 años)


Historia:

Uno de los grandes misterios de la humanidad es resolver de dónde venimos los seres humanos. Tras haber contemplado distintas posibilidades, entre ellas la religiosa, se cree que el hombre tuvo su primera aparición en la tierra hace setenta millones de años aproximadamente. Después de innumerables variaciones en el clima del planeta tierra, con sus hostiles periodos glaciales, y las distintas etapas geológicas, el homínido aparece controlando la naturaleza a su favor, para así constituir la primera escena humana sobre la tierra.

No obstante, es importante señalar que la evolución humana no necesariamente responde a un avanza lineal, en el cual evolucionamos desde un Australopithecus Afarensis hasta un Homo Sapiens Sapiens. Estas designaciones han ido derrumbándose poco a poco con descubrimientos como los del antropólogo inglés Louis Leaky. En 1959 el antropólogo descubre un cráneo de lo que se denomina actualmente como un zijántropo, miembro de la especie Australopithecus africano. Posteriormente, en las excavaciones arqueológicas hechas por un grupo de paleontólogos, encontraron muy cerca del anterior hallazgo, un cráneo mucho más pequeño, parecido al del hombre histórico. Sin embargo, se considera que este cráneo pudo haber sido de un tipo de especie diferente al del Australopithecus pero que fueron igualmente coetáneos.

Este hecho nos muestra que el hombre no fue organizado en tres etapas sucesivas de evolución, sino que probablemente hubo más especies que en la lucha por la supervivencia, perecieron de alimentos y posteriormente se extinguieron.

Según las etapas geológicas antiguas de la tierra ─Mioceno, Plioceno, Pleistoceno, Cuaternario Pleno─ se cree que los primeros homínidos aparecieron en el Pleistoceno. La adaptación fundamental del homínido, conocida por todos, fue su capacidad de ponerse de pie en dos piernas (bípedo). Gracias a esto, el perfeccionamiento del cerebro se logra para que el hombre se adapte y busque nuevas maneras de dialogar con su entorno, principalmente para su supervivencia.

Teilhard de Chardin, importante paleontólogo del siglo XX, lo explica así: “Si el animal del que procede el hombre no hubiera sido un bípedo, no habría podido servirse a tiempo de sus manos para sustituir a las mandíbulas de su función aprehensible, y por consiguiente, el apretado haz de músculos maxilares que aprisionaban su cráneo no se hubiera relajado” (Llopis, 1967). A razón de que el hombre fuera bípedo, pudo desarrollar sus manos con independencia, permitiéndole al cerebro crecer y, a la postre, desarrollar el “gesto mismo de la reflexión” (Llopis, 1967).

Los cambios más significativos del hombre histórico ocurrieron en el tamaño de su cerebro y en el cambio del tamaño y forma de las manos. Los cerebros del A. Afarensis era aproximadamente de 450 centímetros cuadrados. Posteriormente se fueron agrandando, y la capacidad cerebral del Homo Habilis ya era de 500 centímetros cuadrados. El Homo Erectus ya contaba con 1200 centímetros cuadrados, capacidad que les permitió iniciar su expansión masiva hacia distintas partes del mundo.


La segunda adaptación fundamental para el pleno desarrollo humano fue la de la forma de las manos. Efectivamente, las manos de los primeros homínidos tenían características diferentes a las manos del que llamamos comúnmente Homo Habilis. Las manos de los A. afarensis tenían tan solo dos falanges en los dedos además de que su pulgar no se podía mover con facilidad. Es por esto que la maniobrabilidad y la destreza al momento de fabricar armas de piedra solo tuvo su pleno desarrollo con la adaptación del Homo Habilis, que ya podía mover independientemente su pulgar. Gracias a esto, el hombre pudo construir diferentes tipos de objetos, herramientas de supervivencia y puntas de flechas que les permitía cazar y comer carne animal. Los estudios en el desarrollo humano, sin embargo, están a espera de un hallazgo que nos ayude a ilustrar qué fue lo que verdaderamente pasó con las otras especies que tenían características parecidas al de los seres humanos, y que en su lucha por la supervivencia, desaparecieron. 

Bibliografía

Llopis, J. (1967). Världhistoria, folkens liv och kultur (Vol. 1). (T. Riaño, Trad.) Ediciones Daimon.
McHenry, H. M. (2000). Annual Review of Anthropology. Recuperado el 17 de Agosto de 2014, de Australopithecus to Homo: Transformations in Body and Mind: http://www.jstor.org.ezproxy.uniandes.edu.co:8080/stable/223418
Vidal-Naquet, P. (1988). Le grand livre de l´histoire du monde. Córcega: Editorial Planeta.

domingo, 10 de agosto de 2014

La escritura en Mesopotamia


Descripción de la ruta:

Viajaremos por los territorios que actualmente corresponden a Siria y a Irak, con el objetivo de conocer la reconocida cultura de Babilonia y sus importantes trabajos literarios.


Intentar conocer los importantes legados escritos de los babilonios nos obliga a empezar nuestro recorrido por el Mar Mediterráneo y tras dar una vuelta por el Tigris, dirigirnos finalmente a la ciudad de Babilonia. Será un viaje bastante largo, en el cual aprenderemos la innovación literaria de la cultura Babilónica y su importante expansión con el imperio Asirio (750-625 a.C.).

El recorrido arrancará en la ciudad de Ugarit, a la cual llegaremos en una embarcación por el mediterráneo. Posteriormente nos dirigimos en carro hacia el norte hacia la ciudad de Karkemish. De allí tomaremos camino hacia el Oriente, en un largo viaje que nos llevará a la importante ciudad de Nínive. Allí nos quedaremos unos días deleitándonos con las importantes epopeyas acerca de la creación de la cultura babilónica.

Tomaremos una embarcación que bajará por el Tigris, parando en las importantes ciudades de Nimrud y Assur. Después iremos a la ciudad de Susa, donde se presume que se encontraron las primeras evidencias escritas. Finalizaremos nuestro recorrido dirigiéndonos hacia la ciudad central de nuestro recorrido, una de las ciudades con el alba civilizador, la ciudad de Babilonia.

Mapa de la Ruta:





Imágenes:



   

Enuma Elish o Epopeya de la creación (600 a.C)
Nuevo imperio de babilonia



Código de Hammurabi (1792 a.C)
Primer imperio babilónico



Poema de Gilgamesh (1400 a.C.)
Primer imperio Babilónico




Biblioteca de Asurbanipal (650 a.C.)
Imperio Asirio


Historia:

En el territorio actual de Irak, se erigió una de las civilizaciones más importantes de la historia de la humanidad. Los templos encontrados y las inscripciones cuneiformes en las excavaciones arqueológicas, dan cuenta de una cultura jerarquizada con importantes conocimientos de astronomía, música y literatura. Las innumerables epopeyas babilónicas simbolizan los importantes avances en técnicas de escritura. Se presume que los mayores hallazgos arqueológicos de la historia son encontrados en el territorio de Mesopotamia, no porque sean mejores que los egipcios o los persas, sino que estos nos permiten la personificación de una cultura que, hasta los años de 1800, se conocía vagamente en los textos de Heródoto y en la Biblia.

Para ubicarnos temporalmente en el territorio de Mesopotamia, es necesario tener conocimiento de cuatro periodos fundamentales, a saber: Los Sumerios (4000-1750 a.C.); Primer imperio babilónico (1750-750 a.C.); Los Asirios (750-625 a.C) y finalmente el nuevo imperio babilónico (625-539 a.C.). Estas divisiones, aunque son un poco estáticas, nos serán de gran ayuda para ubicarnos temporalmente. En la presente descripción haremos énfasis en las tres últimas, sin desconocer que hubo registros de escritura en la época de los sumerios, y sin ignorar por supuesto, las importantes técnicas desarrolladas posteriormente por los persas en el territorio referido.

Las fuentes arqueológicas encontradas en este territorio nos muestran que ya desde el 2500 a.C. se encontraban piezas talladas en arcilla y en otro tipo de piedra. Acuerdos comerciales, primeros visos de literatura, manuales de gramática y astronomía, entre otros, dan cuenta de la notable práctica de escritura que se tenía en los territorios mesopotámicos.

Hacia los años de 1843 el francés Paul Emil Botta, financiado por su país, emprende excavaciones en un territorio del cual lo único que sabíamos hasta entonces, era conocido por medio de algunos libros de historiadores griegos y una que otra carta persa. Sin embargo, en el año 1899 se empiezan a hacer importantes excavaciones de académicos y estudiosos alemanes. Tal vez, el hallazgo más importante de este tiempo es el del templo de Assur, construido por el rey Asurbanipal en el periodo asirio. Al tiempo que se fue realizando el hallazgo arqueológico del templo, se hicieron importantes descubrimientos así como la biblioteca en Nínive. Esta es tal vez la biblioteca más antigua construida por Asurbanipal hacia el año 650 a.C.

Importantes hallazgos de escritura cuneiforme fueron encontrados en el templo por alemanes como Georg Friedrich Grotefend. Empero, este arqueólogo había encontrado la clave de esta escritura en la antigua ciudad persa, Persépolis. Se dio cuenta que en las inscripciones de los templos de esta ciudad, están tallados el nombre del rey seguido por sus títulos (rey de reyes, dios del pueblo, etc). Siguiendo esta lógica, terminó descubriendo que el templo de Persépolis tenía varias inscripciones, una de las cuales decía “Darío, gran rey, rey de reyes, señor de naciones, hijo de Histapes, Aqueménide que construyó este palacio de invierno” (Llopis, 1967). Este mismo patrón fue utilizado por varios arqueólogos ─perfeccionando la técnica con el tiempo─ para descifrar antiguos escritos en arcilla como los encontrados en babilonia.

No obstante, la primera pieza de escritura cuneiforme importante en Mesopotamia (según los periodos ya mencionados) es la estela con el código de Hammurabi. Esta obra de arte fue encontrada en 1901 en la ciudad Persa de Susa. Hammurabi, el gran rey de la época del primer imperio babilónico, mando a tallar esta piedra que contiene la unificación de los distintos códigos de conducta humana hasta el momento. El material con el que está hecho este código extrañamente no fue arcilla, sino es dorito. Fue hecha en 1750 antes de cristo y contiene temas como leyes matrimoniales, hombres libres y esclavos, injuria y protección a la vida, responsabilidades, ley criminal y procedimiento penal, entre otros. Se considera el primer código de derecho escrito ─entendiendo derecho como la regulación de las actividades humanas─.


También fueron dignos de escritura las leyendas y los cuentos literarios en Mesopotamia. La biblioteca en Nínive construida por Asurbanipal contiene más de veinte mil tablillas recolectadas por asirios. La idea de la biblioteca fue recolectar escritos por culturas más antiguas como las de los sumerios y los acadios. Poemas cosmogónicos ─como la Epopeya de la creación─ y líricos ─como el poema de Gilgamesh─ fueron hallados en este significativo proyecto asirio. Más importante aún, fue la técnica de caligrafía desarrollada por esta cultura. Reemplazando los pergaminos usados por tantas culturas como la griega, los mesopotámicos escribían cartas en tablillas de arcilla, las cuales metían en un horno caliente con el fin de que se fijase permanentemente la escritura. Esto permite considerables hallazgos arqueológicos que todavía quedan por hacer. Más aún, esta escritura cuneiforme nos obliga a lisonjear los inmensos avances de la cultura que ocupó la tierra entre ríos. 

Bibliografía

Art, T. M. (2014). Heilbrunn Timeline of Art History. Recuperado el 11 de Agosto de 2014, de Mesopotamia: http://www.metmuseum.org/toah/ht/?period=04&region=wam
Llopis, J. (1967). Världhistoria, folkens liv och kultur (Vol. 1). (T. Riaño, Trad.) Ediciones Daimon.
Lyon, D. G. (1904). The Structure of Hammurabi Code. Recuperado el 10 de Agosto de 2014, de Journal of the American Oriental Society: http://www.jstor.org.ezproxy.uniandes.edu.co:8080/stable/592564
Vidal-Naquet, P. (1988). Le grand livre de l´histoire du monde. Córcega: Editorial Planeta.



lunes, 4 de agosto de 2014

Los primeros pasos de la cultura ibérica.


Descripción de la Ruta:

Visitaremos el territorio en el cual floreció la cultura ibérica (600 a.C.- 200 d.C.). Sin embargo es importante conocer sus antecedentes en la época del Neolítico ibérico (6000-3250 a.C.) y de la era del Bronce (1500-700 a.C.). También pasaremos por las culturas costeras de los Tartesios (800-540 a.C.).

El territorio corresponde a lo que hoy es España, desde la ciudad de Almonte hasta el Golfo de León.


Iniciaremos el recorrido en el Golfo de León de donde entraron los Tartianos y Fenicios a la península. Visitaremos posteriormente Valencia y Guadalquivir. Nos iremos al sur a la ciudad de Alicante y posteriormente a Elche. Allí tomaremos una embarcación que nos llevará por la costa española y por el mar Alborán. Pararemos en la ciudad de Almería. Allí remontaremos la costa española hasta el sur occidente parando en la ciudad de Málaga. Tomaremos el norte a Sevilla y terminaremos nuestro recorrido en Almonte.


Mapa de la Ruta:



Imágenes:



Moneda ibérica de Segóbrica (550 a.C.)
Cultura Tartessos


 Vasija Campaniforme (2200 a.C.)
 Primeras culturas peninsulares.



La Dama de Elche (450 a.C.)
Escultura de la cultura ibérica. 



Historia:

Una de las regiones del mundo antiguo que más se pueden estudiar por sus innumerables vestigios ornamentales, así como escultóricos, ha sido la cultura ibérica. Los importantes hallazgos arqueológicos, así como las fuentes numismáticas (monedas de la cultura Tartesso) e importantes vasijas ornamentadas y talladas por los peninsulares utilizando las importantes técnicas neolíticas, nos permiten dar cuenta de una cultura que dominaba los terriorios ibéricos hasta el advenimiento de la época romana.

A mediados del tercer milenio antes de cristo se dice que florecieron las culturas de la península ibérica. Su expansión se debe, en primera medida, a los Fenicios que venían desde los Balcanes y se extendieron hacia el Occidente Europeo. La otra expansión que hizo consolidar una cultura ibérica en la región fue la de los Tartessos. Se dice que este fue un Estado sumamente organizado y poderoso, que, junto con los Fenicios, dieron a la península los conocimientos metalúrgicos del cobre y el bronce y la creencia en la religión megalítica.
Ya desde el año 1700 a.C. se atisbaban importantes crecimientos culturales en el territorio Ibérico. El periodo neolítico dejó una indeleble marca en la península, que a la postre, marcaría la consolidación de la cultura de los Tartessos (800-540 a.C.) con sus importantes formas de gobierno y su avanzada ornamentación.

La primera cultura que llega al territorio ibérico son los Celtas (1500-700 a.C.) que organizan los “cums” o clanes que estaban dirigidos por un líder y se organizaban en aldeas con una agricultura organizada. En este periodo empiezan a crearse vasijas de barro negro con ciertos adornos tallados con conchas. Los hallazgos arqueológicos en la cueva de Murciélagos de Albuñol dan cuenta de esa importante cultura de Almería. En esta cueva, aparte de encontrar sandalias que utilizaban los habitantes ibéricos e importantes vasijas ornamentadas, se encontraron vestigios de lo que probablemente era un basurero aldeano: “Entre los residuos de moluscos, patelos y litorinas, se hallan asimismo cantos rodados de cuarcita en los que se ha tallado una punta: el pico asturiense” (Llopis, 1967, pág. 74). Asimismo, el vaso campaniforme personifica la avanzada ibérica en la cerámica, que a la posteridad, serán imitadas por otras culturas centroeuropeas.

El periodo correspondiente a las culturas de los Tartessos y los Fenicios recrean un estado embrionario de la que posteriormente se convertiría en la cultura ibérica. Los Tartesios eran un estado organizado proveniente del oriente, probablemente de la cultura etrusca itálica. Venían del bajo valle del Guadalquivir y se extendieron por toda Andalucía. Sus importantes avances en el alfabeto y su avanzada acuñación de monedas los convirtieron en uno de los estado con más poderío en el Occidente en la edad de hierro. Su grandeza fue tal que el arqueólogo Adolf Shulten se preguntaba si era el país de los Tartesios la legendaria Atlántida descrita por Platón.

La cultura ibérica se forma aproximadamente en el 600 a.C. Sus importantes herencias de las susodichas culturas logran consolidar una importante civilización peninsular. Es en esta época donde la alfarería y la ornamentación alcanzaron su máximo esplendor. Un ejemplo de esto es la majestuosa Dama de Elche encontrada en Alicante en 1897. El busto de esta dama se dice que se creó en el 450 a.C. Es la figura de una mujer representando la diosa de la fertilidad y la muerte. Junto con esta dama, la Dama de Baza e importantes hachas de piedra y herramientas de bronce son consideradas las obras capitales del arte escultórico ibérico. Sin duda alguna, la cultura ibérica es una muestra fidedigna de la expansión neolítica europea hacia Occidente, representada en las técnicas de alfarería y ornamentación.

Bibliografía

Almagro-Gorbea, M. (2007). Iberian Art. Recuperado el 4 de Agosto de 2014, de Grove Art: http://www.oxfordartonline.com.ezproxy.uniandes.edu.co:8080/subscriber/article/grove/art/T039730?q=La+dama+de+Elche&search=quick&pos=1&_start=1#firsthit
Art, T. M. (Octubre de 2000). Heilbrunn Timeline. Recuperado el 4 de Agosto de 2014, de Art History: http://www.metmuseum.org/toah/ht/?period=04&region=eusi#/Overview
Llopis, J. (1967). Världhistoria, folkens liv och kultur (Vol. 1). (T. Riaño, Trad.) Ediciones Daimon.