lunes, 8 de septiembre de 2014

Las primeras ciudades


Descripción de la ruta: 

Por medio de esta ruta podrás conocer las primeras ciudades-estado que aparecieron en los actuales territorios de Irak y en menor medida, en el actual territorio de Irán.

Hay que tener en cuenta que cuando estudiamos los primeros destellos de lo que se conoce como civilización (aunque este término es hoy en día debatible) las numerosas ciudades-estado del territorio de Mesopotamia en los imperios babilónicos, se reducen a seis cuando miramos su génesis, a saber: Kish, Umma, Lagash, Uruk, Ur y Eridu. Serán estas ciudades las que constituyen el objetivo de nuestro viaje.

Comenzaremos el recorrido por la antigua ciudad de Kish, centro político administrativo del norte de Mesopotamia. De ahí descenderemos por el rio Eufrates para dirigirnos a la ciudad de Uruk, de donde era originario el rey Gilgamesh. Seguiremos descendiendo rio abajo por nuestra embarcación hasta llegar a las ciudades de Ur, de donde era la figura bíblica de Abraham, y el Obeid, donde se cree que se llevó a cabo el periodo protohistórico (6000-2750 a.C.). De ahí nos iremos hasta la ciudad de Eridu en medio terretsre, probablemente en caballo.

De la ciudad del Obeid iremos, vía terrestre y bordeando el Golfo Pérsico hacia la ciudad de Lagash. Finalizaremos nuestro recorrido en la antigua ciudad de Umma.

Mapa de la Ruta:



 
 











Imágenes:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Templo de Ur (Periodo el Obeid)
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


Historia:
Las primeras ciudades-estado que aparecieron en la antigüedad fueron las originarias en Mesopotamia. Se dice que los primeros destellos de una sociedad civilizada aparecieron en el territorio cerca de los ríos del Éufrates y el Tigris hacia el año 6000 a.C. Se cree que existieron distintas tribus que fueron desarrollando sistemas de riego que les permitieron consolidarse en ciudades estado. Desde el Valle del Indo y los actuales territorios de Siria, penetraron distintos grupos semitas con el nombre de los sumerios.

Sin embargo, debe tener en cuenta el lector que se debe hablar de “las primeras ciudades del mundo antiguo”, incluyendo en esta denominación a las no mesopotámicas. Si bien la tierra entre ríos presentó una cultura inigualable en su organización social, política y religiosa, deben tenerse en cuenta también ciudades halladas por el investigador holandés Mellaart, en su investigación arqueológica en el año 1961. Este hallazgo encontrado al oeste de Catal Huyuk, en el desierto anatólico, parece ser de una auténtica ciudad de la edad de piedra. El sexto de los diez estratos que la constituyen parecen dar cuenta de más edad que las ciudades que se creían más antiguas en aquel momento: Ur y Jericó. En este sexto estrato, Mellaart encontró “casas de adobe, equipadas con chimenea y bancos de piedra y conteniendo vasos de arcilla, figuras de piedra, armas, frescos, utensilios varios e incluso tejidos” (Llopis, 1967). Esto nos muestra que la ciudad encontrada forma parte de ese génesis de las ciudades estado.

Es importante tener en cuenta que en los tiempos antiguos no existió el actual río Shat Al-Arab. El golfo Pérsico entraba en el territorio actual de Irak y de Irán unos 150 km más que hoy en día. Por lo tanto, no existía en aquel tiempo la unión de los ríos Éufrates y Tigris. La primera ocupación del territorio que posteriormente se llamará Sumer, corresponde al periodo protohistórico de Obeid (6000-3200 a.C.) (University, s.f.). En este primer periodo los distintos grupos humanos comienzan a organizarse en torno a una economía de pesca y a una primitiva agricultura. Se comienzan a hacer cerámicas de color gris o negro.

Pero ¿qué fue lo que permitió que estas sociedades fueran las primeras en organizarse a tal punto de erigir una ciudad en un sentido político-administrativo? Para responder a esta pregunta, debemos situarnos en el periodo protohistórico de Uruk (3200-2750 a.C.). Debemos comprender el esfuerzo magnánimo que tuvo que hacer el pueblo, que posteriormente se conocerá como Sumer, para controlar tanto el río Éufrates, como el Tigris. Los esfuerzo para crear canales que permitieran la irrigación artificial de los dos ríos, permitieron que estas sociedades desarrollaran una economía basada en una agricultura cerealista y una cría de ganado. Así, por medio de este sistema de riego, los intereses económicos se volvieron comunes y estas dispersas comunidades comenzaron a organizarse bajo un mismo mando.

Sin embargo, después de la llegada de los pueblos sumerios al territorio, este mando se atomiza y se crean importantes ciudades estado, bajo un centro político-administrativo independiente al de los demás. No se sabe mucho de la procedencia de este pueblo de Sumer, sin embargo se cree que emigraron del Valle del Indo con dirección oeste hasta invadir los primitivos pueblos mesopotámicos. Se cree también que eran pueblos semitas y que su lengua, de la cual todavía se encuentran vestigios, se llamaba Turania (University, s.f.). Esta sociedad desarrolló un control político basado en la figura del templo. Este espacio se consideraba el lugar de culto, la sede del gobierno y de la justicia, y el centro de la economía sumeria. Este último aspecto es de gran consideración ya que en el templo, se guardaban cosechas y rebaños y se realizaban la preparación de pieles. Gracias estas actividades económicas fue que se desarrolló la escritura cuneiforme, que tenía como tarea llevar la cuenta de las actividades económicas concernientes al culto. El jefe de estado era un sacerdote que tenía el control sobre el templo y la demás gente de la población.

El periodo temprano de la sociedad mesopotámica de los sumerios termina con la aparición de Sargón I (2300-2214 a.C.) de Akkad. Este se considera el primer jefe del imperio de Akkad, el primero en el mundo. Con su figura, llega la concepción de laicización del poder (Bravo, 1994), en la cual el jefe del imperio ya no será un sacerdote, sino que será ahora un lugal, o jefe-guerrero. Con este periodo, llega la mayor expansión del imperio en el territorio estudiado, y se dejan atrás la concepción de ciudades-estado.

Bibliografía

Bravo, G. (1994). Historia del mundo antiguo: una introducción crítica. Madrid: Alianza.
Llopis, J. (1967). Världhistoria, folkens liv och kultur (Vol. 1). (T. Riaño, Trad.) Ediciones Daimon
Vidal-Naquet, P. (1988). Le grand livre de l´histoire du monde. Córcega: Editorial Planeta.

Art, T. M. (2014). Heilbrunn Timeline of Art History. Recuperado el 11 de Agosto de 2014, de Mesopotamia: http://www.metmuseum.org/toah/ht/?period=04&region=wam

 

 

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